Nunca fue mi intención usar este rincón, que de tantas alegrías me ha servido, con el fin para el que ahora mismo lo voy a emplear. Querido lector, el tema que ahora y aquí voy a tratar creo que es tanto de mi incumbencia como puede ser de la tuya, quiero pedirte que por favor llegues al final.
Buenas tardes, si esperabais una noticia referente a los quintos, la va ser, quizá no como la esperas pero voy a intentar ser claro y sobre todo directo. Como todo el mundo sabe este año yo por fin, o por desgracia, he tenido la osadía de cumplir 19 eneros con el consiguiente marrón que supone el tener que organizar una fiesta junto con mis compañeros de generación que ya vamos por la del 96, para los duros en matemáticas. Comenzamos todos los, ya, amigos con gran entusiasmo e ilusión de tal forma que escuchar ¡Vivan los quintos! Ya nos emocionaba, pero ¡qué rápido pasa la felicidad y que amargo son los malos momentos! Comenzamos con las organizaciones y las contratas pertinentes para poder dotar de gran calidad los bailes para que todo el personal que en las fechas de semana santa decidan subir puedan, que menos, que disfrutar y pasar un buen rato junto con nosotros, también fue necesaria una '' charanga'' para que los más dormilones el día en que se conmemora el renacer de nuestro señor podáis disfrutar de semejante festejo. Como viene siendo normal también tuvimos que hacernos cargo de la ''tan popular'' almoneda, dónde , para el que no lo sepa, tanto quintos como padres han de pelarse el culo hablando, pidiendo y en muchos casos suplicando.
Llegó también el esperado día de dicha almoneda, no sin nervios y entusiasmo. Nos echamos a las calles sin más ayuda que un tambor y una dulzaina como manda la tradición como instrumentos que se encargasen de llamar a la gente, que desde aquí quiero pedir un millón de gracias. Y un animal, en esta ocasión una burra, y su dueño, que también agradezco mucho tanto a el como a sus familiares por permitirnos contar con ambos. Un servidor se pretechó los mejores trapitos para perseguir y entretener a pequeños entre jolgorio y rápidas carreras, ¡no se te ocurra amenazar con pegar a alguien!
Por casualidades del destino no procedió que al día siguiente se pudiese volver a las calles para mendigar de nuevo un dulce típico o unas patatas.
Llego la semana siguiente, carnaval, una tarde entretenida entre disfraces, comparsas y alboroto juvenil cuando comienzan a surgir los primeros rumores. ¡Señoras, los quintos de este año se apropian el dinero!, ¡Qué se lo llevan y no comparten!
En efecto, y sin ir más lejos de la realidad, no tenía cabida en nuestra mente el ceder parte, o total como ''se nos recomendó'' al menos por el momento, del dinero que tras haber pasado frío y calamidades habíamos logrado obtener gracias a la completa ayuda y apoyo que el pueblo entero nos brindaba. Como comentaba al menos por el momento ya que días atrás con el responsable eclesiástico del pueblo se había tenido una conversación donde se le exponía la necesidad de tener un ''dinero colchón'' que ya nos ayudase a comenzar la semana santa con algo de optimismo. El caso fue que dicho cargo, que también le doy mis más sinceras gracias y saludos por tener una forma de ser tan humilde y cercana como nos ha demostrado hasta ahora, nos permitió el poder gozar de ese ''poco de dinero'' para poder hacer frente a unas fiestas cada vez más caras. Nosotros nos comprometimos a dedicar el dinero sobrante de la realización de las fiestas para ser empleado en lo que considerase.
Pero no queda aquí la cosa, han sido los modales y formas de proceder de algunas de las personas, habitantes, y vecinos nuestros lo que me ha llevado a contarles todo esto. Esperando apoyo y ayuda de dichas personas, lo que al final obtuvimos fue lo contrario. Afirmaron y nos acusaron de haber procedido de manera irrespetuosa y contra las dichosas tradiciones.
Para no alargarme más, lo que quiero reivindicar desde aquí es que por favor HACER Y HACER, que igual que nosotros, yo en particular. No he dado lecciones de como se hace o se deja de hacer tal o cual cosa, dejadme hacer, equivocarme o triunfar. El caso es que es nuestro año, es nuestro momento y no quiero que nadie se meta en lo que hago o dejo de hacer. A si que para todo el que desee opinar, si no es para darme la enhorabuena, gracias y adiós.
Por cierto, os dejo el cartel con lo que será el programa de fiestas para que podáis ya ir reservando.
